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lunes, mayo 28, 2007

La hamaca de Noé

Arturo Corcuera echa el ancla en Chaclacayo para extraer de ahí a los habitantes de su nuevo poemario interminable

Por Maribel de Paz*

Como verdadera arca diluviana, la casa de Arturo Corcuera se encuentra habitada por una vasta fauna, pero inanimada. Entre hipopótamos, jirafas, gatos y gallos de madera o arcilla, el poeta habita su propio universo alejado de las miserias humanas que pueblan el mundo: "Para poder vivir", explica cómodamente sentado en la hamaca de su jardín en Chaclacayo. Toda esa fauna, precisamente, es la que cobra vida en la nueva entrega del vate trujillano. Se trata de A Bordo del Arca, la obra ganadora del Premio Casa de las Américas 2006 cuya segunda edición acaba de publicar el Fondo de Cultura Económica (la primera nunca fue avistada en Lima).
Luego de cuarenta años de infatigables reediciones corregidas y siempre aumentadas de Noé Delirante, su opus magnum, el poeta se decidió a abordar el arca. Por si acaso, este nuevo proyecto también amenaza con múltiples ediciones. Solo en esta segunda ya hay cinco poemas más que en la primera. La advertencia está cursada.


A Bordo del Arca tiene mucho de nostalgia.
Sí, porque tiene mucho de memoria, mucho de recuerdo, de evocación. Este libro es una fabulación con todos los habitantes del arca que han convivido conmigo años de años.

Y se vuelve oscuro a ratos, como cuando el cuervo que te acompaña podría terminar arrancándote los ojos.
Sí, y también están los fantasmas. En el último poema, "Bitácora del arca", regresan todos los muertos alrededor de la pileta de mi patio, para hacer todas las cosas que hacían cuando estaban en vida.

¿Te habitan muchos fantasmas?
Sí, yo creo que sí. Convivimos con fantasmas que te rodean y se desprenden de los cuadros y de los objetos antiguos, y también con los que están dentro de ti. Con toda seguridad yo voy a ser un fantasma.

Para jalar patas.
Vendré a besar algunos pies. Procuraré que sea un beso cálido.

Al igual que en Noé Delirante, aquí también hay mucho de fábula. ¿Cuán importante es esta en tu vida?
He querido que haya un cordón umbilical con el libro anterior. La fábula es una de las notas fundamentales de mí poesía. Yo fui lector de fábulas desde muy niño, y como nací en el puerto de Salaverry entonces conviví con todas las aves marinas y los animales del mar, los caracoles, los peces, y todos esos animales fueron conformando lo que más adelante sería el Noé Delirante.

Dijiste alguna vez que la explotación de los niños era lo que te podía sumir en la más absoluta tristeza. ¿Qué opinas de la situación en el mercado de Santa Anita?
Eso es un acto de cobardía, protegerse detrás de unos niños, pero es algo que no debería resolverse a balazos. Parece que las décadas pasadas no nos han enseñado nada, como si en el Perú no hubiera ocurrido nada. Y hubo miles de muertos. En algún momento va a reventar algo.

Dices en el libro que sabes muy bien de lo que hablas cuando hablas de libertad.
Bueno, es que aquí te hablan de libertad aunque estés muerto de hambre, aunque seas un analfabeto o no tengas dónde vivir. Eso no es libertad. Libertad es poseer todo eso, tener derecho a la educación, al deporte y al arte, o sea, derecho a la diversión y al trabajo. ¿Cómo va a ser libre un analfabeto?

En el poemario te refieres al cortejo de la muerte que se avecina.
Cuando uno cruza los setenta años ya empieza a aparecer la sombra de la muerte, empiezas a pensar que la cosa se va aproximando, sobre todo en un poeta. En otros libros que tengo inéditos aparece también mucho el tema de la muerte.

Por otro lado, también estabas embarcado en la elaboración de un libro donde prima el erotismo.
Sí, es un libro que lo tengo listo para publicar y que no está dentro del arca. Es un canto celebratorio del cuerpo de la mujer, se llama Celebración de tu Cuerpo. Es poesía de amor pero no tiene nada que ver con la ausencia, el dolor o el quebranto, es simplemente un canto al cuerpo de la mujer con todos sus encantos, la mujer como un cuerpo celeste. Hay un aliento cósmico, la maga, la hermana, la madre y la amante.

Por último, en A Bordo del Arca hablas también del diablo que ves en tus pesadillas.
Aparece mucho en mis libros pero en realidad no lo veo tanto. Lo quiero exorcizar, enfrentarme con el mal.

¿Y tú cuánto tienes de diablo?
Yo tengo más bien de ángel. No, de ángel no tengo nada. Soy un demonio. ¿Te sirvo otro poquito de coñac?


* Publicado en Caretas 1977.
En la foto: Noé descansa en paz. El nuevo libro se presenta el 29 de mayo a las 7.30 p.m. en el CC de España (Natalio Sánchez 181, Santa Beatriz). [Leyenda de Caretas]